OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO

jueves, 20 de septiembre de 2007

Y APROVECHANDO QUE EL PISUERGA PASA POR VALLADOLID. . .

El gobierno nos controla más y más.

Como respuesta a cada atentado y a la exigencia visceral, voceada por la prensa ante las imágenes de los cuerpos mutilados de las víctimas, de que se tomen medidas para impedirlo cueste lo que cueste, los gobiernos democráticos creen cumplir con su deber estableciendo un nuevo marco legislativo que encaja más con un Estado Autoritario que con un Estado Democrático.
A los gobiernos les resulta tentador y fácil asumir cuotas de poder utilizando el miedo al terrorismo y a la delincuencia convirtiendo las democracias en estados policiales.

Cinismo
Cada nueva medida, más restrictiva para los derechos ciudadanos, va acompañada de solemnes declaraciones del Gobierno asegurando el respeto absoluto a las libertades democráticas. ¿No van a decir lo contrario?
Cuando alguien siente la necesidad de justificarse sin que se lo pidan, suele ser porque tiene mala conciencia.

Menos libertad, más control
Siempre hay excusas para recortar nuestra Intimidad y Libre Albedrío por nuestro bien: la delincuencia común, el terrorismo, la seguridad pública, el tráfico de drogas, el blanqueo de capitales, la lucha contra la inmigración ilegal, la recaudación fiscal, la regulación del tráfico, razones económicas (una cámara sustituye a un vigilante, el negocio de la seguridad privada, el negocio del tráfico de los Datos Personales en prospección de mercados) etc.

Declaro inaugurado mi Gobierno eterno
Como estamos acostumbrados a que los políticos hagan lo posible y lo imposible por perpetuarse en el Poder asegurándose el voto cautivo mediante subvenciones, prestamos, cargos, etc. podría sospecharse que tuvieran la tentación de utilizar los medios de control y represión contra sus críticos para amedrentarlos.

Los miedos y las angustias nos acompañan durante toda la vida. Saber dominarlos es importante ya que siempre han sido utilizados políticamente por los gobiernos autoritarios (J. A. Marina)

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