SUPERPODERES POLICIALES

La Policía es la fuerza de choque del Estado y por tanto uno de los protagonistas del Supercontrol. El otro coprotagonista es Hacienda pero solo nos afecta en los ahorrillos.
Citaré algunos ejemplos para que nos permitan reflexionar.

Identificación y “cacheo”
En España, la Policía legalmente puede pararte por la calle para identificarte. Igualmente, también puede someterte a un “cacheo”. Si en ese momento no llevas el DNI te pueden “retener” lo cual significa que te llevarán a comisaría para identificarte. Y si te niegas pueden acusarte del delito de desobediencia a la Autoridad. También, es frecuente que monten controles en las carreteras para identificar indiscriminadamente a los ocupantes de los coches y registrar su interior. Por ejemplo, meses atrás, en Cataluña la policía, sobrepasada por la ola de asaltos a domicilios en Urbanizaciones, montaba cada noche numerosos controles preventivos en las carreteras que le permitían recoger información sobre la identidad y movilidad en los desplazamientos nocturnos de la gente.
Aunque en teoría, ha de haber algún motivo concreto y no puede hacerse por rutina o por capricho, la realidad es muy diferente considerando el amplio margen que otorga la ley a los policías, considerando que su palabra vale más que la tuya y considerando la falta de control de sus jefes y de los fiscales (o eso parece).

Control de hoteles
Si recordáis lo primero que hace el recepcionista del Hotel es pedirnos el DNI que devuelve después de haber fotocopiado. Se debe a que tiene la obligación legal de comunicar nuestros datos a la Policía. O sea que todos los miles de huéspedes que cada día se alojan en todos los hoteles españoles son controlados por la Policía. Aquí no sirve hacer como en las pelis americanas que cuando llegan al hotel con el ligue y quieren pasar desapercibidos, firman en la recepción con cualquier nombre simpático que se les ocurre.

Control de lanchas rápidas
Aunque ahora ya es Historia, hace unos años en las Rías gallegas se desarrollaban escenas de acción mejores que en las pelis de James Bond, con persecuciones entre las lanchas de la policía y las lanchas de los contrabandistas de tabaco que al ponerles varios motores (de ahí el nombre de “planeadoras”) resultaban inalcanzables. Solución: someter a un severo control todas las embarcaciones veloces del país.

Cruzada contra las drogas
La cruzada contra las drogas está justificando numerosos controles e innovaciones jurídicas. ¿Alguien podría estudiar los costes directos e indirectos que supone esta cruzada, en impuestos no cobrados si la droga fuera legal, en policías, en juicios, en cárceles y en salud de los presos y de las víctimas que se meten basura en vena?
Para evitar que los “manitas” fabriquen drogas, el Gobierno somete a severo control el comercio de todos sus ingredientes químicos que como podéis imaginar son un montón y de paso dificulta y encarece el comercio para sus fines normales. Entre los productos controlados tenemos algunos muy corrientes en los hogares: la acetona, el amoniaco, el alcohol etílico y el ácido acético (o vinagre).
Para combatir los envíos de droga desde Sudamérica hacia Europa mediante grandes barcos que traspasan la carga en aguas internacionales se han legalizado prácticas típicas de los piratas. Así, las autoridades españolas pueden asaltar un barco en alta mar, sin esperar que llegue a aguas nacionales, y comprobar si lleva o no droga entre la mercancía. ¿Cuanto nos cuesta cada operación de asalto en alta mar en al que intervienen hasta buques y aviones militares?

Finalmente, se ha llegado al extremo de colocar en las Aduanas aparatos de Rayos X con radiólogos de plantilla para revisar a los viajeros sospechosos de llevar la droga en el cuerpo. ¡Y en la Seguridad Social las radiografías con lista de espera!
¿Cuando una Cruzada con estos medios contra la corrupción política?