EXCESO DE CELO POLICIAL

Siguiendo con el tema de la Policía y no por que les tenga especial inquina sino los porque los ciudadanos les otorgamos muchos poderes y en estos casos, los humanos estamos muy tentados a caer en el abuso. Para los suspicaces proclamo a los cuatro vientos que la labor de la Policía es esencial para defender nuestros derechos pero creo que hay que ser muy rigurosos con los vicios que acumulan y los excesos ocasionales. Los buenos policías se lo merecen.

Nuestra querida Policía tiene tal sentido del deber que, en ocasiones, es capaz de bordear e incluso de practicar el salto olímpico con la legislación para aumentar su eficacia deteniendo a cuantos más delincuentes mejor o demostrando que su Autoridad es intocable. Veamos algunos ejemplos leídos en la prensa.

Padrón
La legislación no permite a la Policía el acceso al Padrón de habitantes pero parece ser que en algún caso lo utiliza como atajo en sus investigaciones.

Elección de juez
Con frecuencia la Policía necesita que el juez le autorice una entrada en un domicilio para localizar droga o lo que sea. Afortunadamente, hay jueces que exigen una justificación suficiente, y en caso contrario, no dan la autorización.
Que no la dan, ¡no es problema! Parece ser que algunos policías han encontrado una solución: conocer qué jueces son exigentes y qué jueces no preguntan demasiado, y esperar que alguno de estos últimos esté de Guardia para solicitarle la autorización.

SITEL
Desde finales de 2004 nuestra Policía está utilizando un sistema de escucha telefónico, llamado SITEL, sin suficiente cobertura legal. El Tribunal Supremo ha absuelto recientemente a catorce presuntos narcotraficantes ya que los teléfonos para intervenir las conversaciones fueron averiguados por la policía gracias al uso de aparatos electrónicos que identifican el número.

Publicidad
Otra práctica muy criticable de nuestra Policía, es que lo primero que hace en cuanto realiza alguna actuación con detenidos es pregonar la noticia a los cuatro vientos.
En el caso de que la operación se quede en agua de borraja, el daño que se ha producido a los presuntos culpables es inmenso e imposible de limpiar. Esta publicidad prematura no tiene más finalidad que el autobombo, proclamando eso de ¡somos los más mejores¡
No recuerdo casos de que la Policía, o el Fiscal que la respalda, hayan sido acusados de denuncia falsa o prevaricación cuando queda claramente de manifiesto lo infundado de su acción.

Competencia
Como ya dije, tenemos muchas policías que se dedican a competir entre ellas para demostrar que son las mejores. En principio, la sana competencia es la esencia del deporte y está bien como estimulo de mejora. El problema comienza cuando para ganar la competición se utilizan tretas poco deportivas. Me estoy refiriendo a no colaborar entre ellas o a ocultarse información.
Hace unos años, en una playa, se produjo una escena tan graciosa como un chiste de Forges. Simultáneamente agentes de dos policías diferentes pillaron a unos traficantes de droga y casi hubo necesidad de resucitar a Salomón para que decidiera quien se apuntaba el tanto.

Malos tratos
Afortunadamente la mayoría de los agentes actúa sin prepotencia, con educación y profesionalidad teniendo muy claros los límites de su actuación dentro de la legalidad pero en los pocos casos en que se exceden, hacen mucho, mucho daño.
Un ejemplo. Aunque en los últimos 10 años ha habido 11 sentencias condenatorias por malos tratos contra los Mossos d'Esquadra en Cataluña, este año ha sido noticia destacada el descubrimiento de dos presuntos casos de maltrato a detenidos. Excepcionalmente, en esta ocasión los controles internos de la Policía han funcionado a la perfección y lo han denunciado en el Juzgado. Me parece destacable la participación de agentes recién salidos de la Escuela de Policía y que estaban en Prácticas. ¿Con qué criterios se hace la selección de los policías? ¿Qué formación reciben en la Escuela? ¿A qué presiones son sometidos por los veteranos? ¿Como puede ocurrir esto en una Policía creada hace apenas diez años?