Los humanos tenemos una mente increíblemente compleja y plagada de contradicciones. Si por una parte amamos la Libertad, por otra nos provoca pavor ejercitarla. Erich Fromm publicó una obra con este título que ya es todo un clásico.
El precio de ejercitar nuestra libertad como individuos es el miedo a equivocarnos en nuestras elecciones. Cuando actuamos gregariamente formando parte de un grupo, nos sentimos más seguros y liberados de la angustia de tomar decisiones individuales. Las decisiones las toman por nosotros.
El precio de ejercitar nuestra libertad como individuos es el miedo a equivocarnos en nuestras elecciones. Cuando actuamos gregariamente formando parte de un grupo, nos sentimos más seguros y liberados de la angustia de tomar decisiones individuales. Las decisiones las toman por nosotros.
El miedo a actuar con libertad hace que algunas personas desarrollen mecanismos de protección que les hagan sentirse más seguros, aun a costa de perder su libertad.
Estos mecanismos son, por ejemplo:
· el sometimiento voluntario a un líder que actúe de Guía y Protector. Es el caso del fanatismo religioso o nacionalista.
· el conformismo social al dejarse llevar por las modas con el fin de sentirse formando parte de un todo para evitar el aislamiento social. Es el caso del que tiene que tener el último modelo de aparato tecnológico aunque tenga que hacer cola el primer día o seguir la última moda que manda llevar este año pantalón pirata y el que viene ir de morado (color que como podéis apreciar me encanta)
Vivir libres y apartados del “rebaño” caminando por nuestra propia senda no es ni fácil ni cómodo pero seguro que acaba compensando.
“La libertad no hace felices a los hombres, los hace sencillamente hombres” (Manuel Azaña)
Estos mecanismos son, por ejemplo:
· el sometimiento voluntario a un líder que actúe de Guía y Protector. Es el caso del fanatismo religioso o nacionalista.
· el conformismo social al dejarse llevar por las modas con el fin de sentirse formando parte de un todo para evitar el aislamiento social. Es el caso del que tiene que tener el último modelo de aparato tecnológico aunque tenga que hacer cola el primer día o seguir la última moda que manda llevar este año pantalón pirata y el que viene ir de morado (color que como podéis apreciar me encanta)
Vivir libres y apartados del “rebaño” caminando por nuestra propia senda no es ni fácil ni cómodo pero seguro que acaba compensando.
“La libertad no hace felices a los hombres, los hace sencillamente hombres” (Manuel Azaña)
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