Citaré algunos ejemplos del Supercontrol al que estamos sometidos que me parecen adecuados para la reflexión (y la polémica, claro)
· Drogas. Como el personal es tan vicioso que quiere disfrutar en esta vida y no tiene bastante con practicar el sexo todo lo que puede (que siempre es poco) o con mirar la TV, pretende consumir “drogas” de forma irresponsable y con graves consecuencias para su salud, por lo que el Estado no tiene más remedio que prohibírselo. Esperemos que el vino, el chocolate o los libros sigan siendo de consumo libre. Respecto a los libros no exagero: mirar la ya clásica película de François Truffaut “Fahrenheit 451”
· Dopaje en el deporte. Hasta hace poco, que un deportista se dopara era un problema exclusivamente deportivo, de juego limpio. Ahora, es un problema de salud pública que precisa establecer una política criminal contra el dopaje con intervención de la policía que hace espectaculares redadas con escaso éxito (Operación Puerto)
· Educación obligatoria. Todos los ciudadanos de determinada edad tienen que asistir al colegio para recibir gratuitamente la llamada Educación General Básica para salir de su natural ignorancia. Pero como de desagradecidos está el mundo lleno, hay grupos de padres que se saltan a la torera esta obligación y prefieren educar ellos mismos a sus retoños, y parece ser que con mejores resultados. ¿Y si se decretara un cursillo de una semana, obligatorio y gratuito para redimir a todos los practicantes del “cueling”, ese deporte que consiste en salarse el turno en las colas?
· Igualdad de Género. Obligación de porcentajes similares de mujeres y hombres en distintos ámbitos de la Sociedad (desde Consejos de Administración de empresas hasta Tribunales de Oposiciones) ¿Por qué no también la paridad de edad? ¿o la paridad de obesos y delgados? Supongo que las mujeres realmente válidas no se sentirán nada cómodas al saber que han sido elegidas por obligación legal y no por sus propios méritos. (Me queda la sospecha de que este ejemplo, políticamente incorrecto, puede servir para que alguna feminista me envíe a la hoguera por machista no converso)
· Incendios forestales. Como algunos “domingueros” no saben hacer una fogata para la paella y acaban provocando un incendio, se prohíbe hacer fuego en el monte pero lo más preocupante es que para prevenir incendios, se llegue a prohibir el acceso a los bosques.
· Prostitución. Como no somos capaces de acabar con las mafias y sus Chulos que obligan a algunas mujeres a dedicarse a la prostitución, hay quienes pretenden prohibir radicalmente su ejercicio, aunque sea totalmente voluntario, también su consumo o las dos cosas. Así, muerto el perro, se acabó la rabia. Mientras tanto, hay ayuntamientos que regulan la distancia entre un prostíbulo y un colegio ¿Entrarían los colegiales a gastarse sus ahorrillos si lo tienen cerquita? ¿Verían salir del puticlub a su padre o a su madre con el consiguiente trauma?
¿Por qué no se regula la distancia entre las tiendas de chuchis y el cole? Seguro que si se dificulta el acceso a los caramelos, mejora la dentadura y la obesidad.
· Teléfonos móviles. Como resulta que los terroristas, al igual que millones de españolitos, utilizan móviles con tarjeta prepago para cometer atentados sin dejar pistas, obligando a la policía a realizar sesudas investigaciones para conocer el titular del móvil, nuestro eficaz Gobierno va a obligar a todas las operadoras a que tengan perfectamente identificados a los usuarios de estos teléfonos. Considerando que los terroristas suelen utilizar coches robados para evitar que por la matrícula se les identifique ¿Utilizarán también teléfonos robados para evitar dejar sus datos . . .? Con medidas tan eficaces el final de los terroristas será tan rápido como el de los gobernantes ineptos ¿o en vez de ineptos son listillos?
· Envíos de dinero. Se hace obligatorio identificarse para enviar dinero fuera de España para prevenir el “blanqueo de capitales”. Además, las entidades que presten el servicio están obligadas a hacer de delatoras informando sobre las operaciones que les parezcan sospechosas. Nuestros millones emigrantes que remiten a sus familiares los ahorros mensuales van a disfrutar un montón con las nuevas facilidades. ¿Los mafiosos ahora tendrán que invertir en Bonos del Estado?
· SuperBilleteros. Los ciudadanos españoles o extranjeros que entren o salgan de España con más de 10.000€, en efectivo o cheques al portador, deberán declararlo en la Aduana. También tendrán que hacerlo los que transporten más de 100.000€ (en pesetas, algo más de 16 kilitos) en efectivo dentro de España, para prevenir el blanqueo de capitales. El Boletín Estadístico del Banco de España revela que en mayo de este año había en circulación en España, 78 millones de billetes de 500 euros. ¿No sería mejor poner a cada billete una etiqueta tipo RFID y seguir su rastro por satélite? ¡¡¡Y este Artesano sin catarlos!!!
· Fútbol de interés general. Los partidos de fútbol que el Gobierno declare que son de “interés general” deberán ser retransmitidos gratuitamente por TV. ¿Y por qué no los partidos de tenis de Rafa Nadal, las películas de Almodóvar o las actuaciones de Serrat con Sabina?
· Bandera roja. Leo en El Periódico de Cataluña que cuatro jóvenes de nacionalidad checa fueron condenados a pagar 400€ cada uno por desobedecer las órdenes de los agentes de la Guardia Urbana de Tarragona que prohibían el baño en una playa por la presencia de un tiburón. ¿Las autoridades protegían a los bañistas o al tiburón? Lo digo porque hace tiempo que voy leyendo noticias sobre la alarmante disminución del número de tiburones.
· Drogas. Como el personal es tan vicioso que quiere disfrutar en esta vida y no tiene bastante con practicar el sexo todo lo que puede (que siempre es poco) o con mirar la TV, pretende consumir “drogas” de forma irresponsable y con graves consecuencias para su salud, por lo que el Estado no tiene más remedio que prohibírselo. Esperemos que el vino, el chocolate o los libros sigan siendo de consumo libre. Respecto a los libros no exagero: mirar la ya clásica película de François Truffaut “Fahrenheit 451”
· Dopaje en el deporte. Hasta hace poco, que un deportista se dopara era un problema exclusivamente deportivo, de juego limpio. Ahora, es un problema de salud pública que precisa establecer una política criminal contra el dopaje con intervención de la policía que hace espectaculares redadas con escaso éxito (Operación Puerto)
· Educación obligatoria. Todos los ciudadanos de determinada edad tienen que asistir al colegio para recibir gratuitamente la llamada Educación General Básica para salir de su natural ignorancia. Pero como de desagradecidos está el mundo lleno, hay grupos de padres que se saltan a la torera esta obligación y prefieren educar ellos mismos a sus retoños, y parece ser que con mejores resultados. ¿Y si se decretara un cursillo de una semana, obligatorio y gratuito para redimir a todos los practicantes del “cueling”, ese deporte que consiste en salarse el turno en las colas?
· Igualdad de Género. Obligación de porcentajes similares de mujeres y hombres en distintos ámbitos de la Sociedad (desde Consejos de Administración de empresas hasta Tribunales de Oposiciones) ¿Por qué no también la paridad de edad? ¿o la paridad de obesos y delgados? Supongo que las mujeres realmente válidas no se sentirán nada cómodas al saber que han sido elegidas por obligación legal y no por sus propios méritos. (Me queda la sospecha de que este ejemplo, políticamente incorrecto, puede servir para que alguna feminista me envíe a la hoguera por machista no converso)
· Incendios forestales. Como algunos “domingueros” no saben hacer una fogata para la paella y acaban provocando un incendio, se prohíbe hacer fuego en el monte pero lo más preocupante es que para prevenir incendios, se llegue a prohibir el acceso a los bosques.
· Prostitución. Como no somos capaces de acabar con las mafias y sus Chulos que obligan a algunas mujeres a dedicarse a la prostitución, hay quienes pretenden prohibir radicalmente su ejercicio, aunque sea totalmente voluntario, también su consumo o las dos cosas. Así, muerto el perro, se acabó la rabia. Mientras tanto, hay ayuntamientos que regulan la distancia entre un prostíbulo y un colegio ¿Entrarían los colegiales a gastarse sus ahorrillos si lo tienen cerquita? ¿Verían salir del puticlub a su padre o a su madre con el consiguiente trauma?
¿Por qué no se regula la distancia entre las tiendas de chuchis y el cole? Seguro que si se dificulta el acceso a los caramelos, mejora la dentadura y la obesidad.
· Teléfonos móviles. Como resulta que los terroristas, al igual que millones de españolitos, utilizan móviles con tarjeta prepago para cometer atentados sin dejar pistas, obligando a la policía a realizar sesudas investigaciones para conocer el titular del móvil, nuestro eficaz Gobierno va a obligar a todas las operadoras a que tengan perfectamente identificados a los usuarios de estos teléfonos. Considerando que los terroristas suelen utilizar coches robados para evitar que por la matrícula se les identifique ¿Utilizarán también teléfonos robados para evitar dejar sus datos . . .? Con medidas tan eficaces el final de los terroristas será tan rápido como el de los gobernantes ineptos ¿o en vez de ineptos son listillos?
· Envíos de dinero. Se hace obligatorio identificarse para enviar dinero fuera de España para prevenir el “blanqueo de capitales”. Además, las entidades que presten el servicio están obligadas a hacer de delatoras informando sobre las operaciones que les parezcan sospechosas. Nuestros millones emigrantes que remiten a sus familiares los ahorros mensuales van a disfrutar un montón con las nuevas facilidades. ¿Los mafiosos ahora tendrán que invertir en Bonos del Estado?
· SuperBilleteros. Los ciudadanos españoles o extranjeros que entren o salgan de España con más de 10.000€, en efectivo o cheques al portador, deberán declararlo en la Aduana. También tendrán que hacerlo los que transporten más de 100.000€ (en pesetas, algo más de 16 kilitos) en efectivo dentro de España, para prevenir el blanqueo de capitales. El Boletín Estadístico del Banco de España revela que en mayo de este año había en circulación en España, 78 millones de billetes de 500 euros. ¿No sería mejor poner a cada billete una etiqueta tipo RFID y seguir su rastro por satélite? ¡¡¡Y este Artesano sin catarlos!!!
· Fútbol de interés general. Los partidos de fútbol que el Gobierno declare que son de “interés general” deberán ser retransmitidos gratuitamente por TV. ¿Y por qué no los partidos de tenis de Rafa Nadal, las películas de Almodóvar o las actuaciones de Serrat con Sabina?
· Bandera roja. Leo en El Periódico de Cataluña que cuatro jóvenes de nacionalidad checa fueron condenados a pagar 400€ cada uno por desobedecer las órdenes de los agentes de la Guardia Urbana de Tarragona que prohibían el baño en una playa por la presencia de un tiburón. ¿Las autoridades protegían a los bañistas o al tiburón? Lo digo porque hace tiempo que voy leyendo noticias sobre la alarmante disminución del número de tiburones.
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