Marius carol en La Vanguardia escribe el siguiente artículo dedicado a una nueva tecnología para desnudar sin ver (¿?) que puede, en su opinión, dignificar los controles en los aeropuertos.
La película El hombre con rayos X en los ojos, interpretada por Ray Milland, desestabilizó mi adolescencia a mediados de los sesenta. El filme era una fábula moral acerca de la presión de los grandes laboratorios sobre el trabajo de los científicos, centrada en las investigaciones del profesor James Xavier que, partiendo de la idea de que el ojo humano sólo alcanza a ver el 10% de las cosas, intenta experimentar con drogas que amplíen su umbral de visión. Las primeras pruebas con monos son un éxito, aunque algunos primates mueren en los ensayos clínicos; sin opción para seguir probando, decide convertirse en su propio conejillo de indias. En una fiesta descubrirá que es capaz de ver los cuerpos de las mujeres atravesando con su mirada los vestidos, luego serán los esqueletos de las personas lo que podrá observar, finalmente su excepcional percepción le llevará a la locura.
Como en la película dirigida por Roger Corman, la empresa británica ThruVision acaba de presentar un sistema capaz de detectar explosivos, armas o droga a través de la ropa, a una distancia de veinticinco metros. El ingenio, denominado T5000, podría instalarse en los aeropuertos, las estaciones de tren u otros lugares públicos para vigilar en áreas susceptibles de sufrir un ataque terrorista o para controlar puntos en los que actúe el narcotráfico.
La cámara ha atraído el interés de las autoridades, pero también de centros financieros como el Mercantile Exchange de Dubai o el Canary Wharf de Londres.
La empresa fabricante ha querido dejar claro que el sistema no revela “detalles corporales” (sic) de las personas ni produce radiaciones que resulten dañinas. En realidad, en lugar de los rayos X, el artilugio utiliza rayos T, una radiación electromagnética de baja intensidad como la que emiten habitualmente las personas y los objetos. Aseguran sus introductores que es la misma tecnología que usan los astrónomos para estudiar las estrellas moribundas.
Es de esperar que estas cámaras, que han sido presentadas en una feria científica que ha promovido el Ministerio del Interior del Reino Unido, se instalen cuanto antes en los aeropuertos de todo el mundo. Los fabricantes han reiterado tanto que mira bajo la ropa pero que no revela detalles anatómicos que cuesta creerles, pero me atrevería a asegurar que, aunque reconociera nuestro ombligo, al personal (al menos al occidental) le importaría poco, comparado con la humillación que supone quitarse los zapatos, el cinturón, la chaqueta, el reloj y mil cosas más que forman parte de nuestra indumentaria.
Entre este striptease interruptus a que nos someten o que una cámara nos fisgonee las partes pudientes no hay color. Viendo al personal a medio vestir bajo el arco de seguridad de los aeropuertos, uno se siente peor que Ray Milland con tanta visión extemporánea.
Habrá que esperar lo que da de sí este nuevo invento pero la tendencia de desarrollos tecnológicos que violan la Intimidad sigue imparable. Para ampliar, la página en inglés de ThruVision. Para voyeurs parece que también hay algo inventado.
¿Hay alguien dispuesto a inventar algun sistema que te haga invisible?
2 comentarios:
¿Para qué tanta paranoia?
¿Quién la usará? ¿Cuando? ¿Cómo?
¿Será realmente útil?
De verdad tanto marketing sobre videovigilancia me pone mala
Un saludo,
Paloma Ctrl
UNCOVERING CONTROL http://uncovering-ctrl.blogspot.com/
Proyecto Destapa el control:http://destapaelcontrol.blogspot.com/
Lamentablemente la tecnología tiene doble uso y hay negocio en casi todo y gente para todo.
Paloma bienvenida. Visitaré tu Blog.
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