OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO

sábado, 1 de marzo de 2008

OBSESIONADOS POR LA SEGURIDAD

Así como hay una tendencia a obsesionarse por la imagen física con el consiguiente negocio de la Cirugía Estética también hay otra tendencia a obsesionarse con vivir en un mundo seguro en el que todo sea previsible y esté bajo control, especialmente desde el atentado del 11 de septiembre. En mi opinión, en ambas tendencias se están alcanzando cuotas enfermizas.

La Vanguardia ha publicado el pasado 26 un interesante reportaje que pone en evidencia la obsesionante búsqueda de la Seguridad por una gran parte de la población.
El buen periodista, José Martí, remata la situación en un artículo del día 29. Me permito hacer un resumen.

La inseguridad no se percibe igual en todos los países. En los del norte y centro de Europa la gente se considera más segura que en los del sur y del este. Curiosamente, los índices de delincuencia son más altos en los países del norte.

España, según el experto Manuel Ballbé, es uno de los países más seguros del mundo, y el 80% de las infracciones penales son faltas o pequeños delitos que son los que provocan mayor sensación de inseguridad. Mientras la tasa de criminalidad ha crecido un 2% (51 infracciones penales por cada 1000 habitantes), las alarmas instaladas en domicilios particulares se han triplicado en 6 años (su número ha crecido casi un 300% pasando de 363.000 a más de un millón),
Todo esto es una señal de que la percepción personal y social de la inseguridad es muy superior a las amenazas probables que podemos sufrir. Cada vez somos más desconfiados y mostramos una actitud defensiva frente a los demás y lo que todavía es más grave, no nos importa perder libertad y privacidad con tal de sentirnos más seguros en nuestro fortín familiar (y utilizo a propósito la palabra “sentirnos” que no quiere decir que realmente lo estemos).

El modelo inicial de urbanización abierta se está transformando en recintos cerrados hipervigilados para poder llevar una vida cómoda (jardines, piscina, campos de deportes, club, ...) y segura. Las empresas privadas te prometen seguridad 24 horas a cambio de abonar las correspondientes tarifas, lo que indica que no se confía en la labor de la Policía o de la Justicia. Hay promotores que ya utilizan como argumento de venta de la urbanización las medidas de seguridad de que está dotada.

La psiquiatra Xaro Sánchez aclara que nuestro cerebro reacciona con más intensidad a estímulos negativos como el miedo que a los positivos por lo que somos muy poco objetivos y tendemos a exagerar el miedo con tal de sobrevivir. Además, somos muy sensibles a las señales de alarma en nuestro alrededor y a las reacciones de miedo de nuestros vecinos. Las noticias de riesgos incontrolables e imprevisibles nos causan gran impacto emocional. Todo esto facilita que sucumbamos fácilmente al pánico y a las alarmas. Las personas con temperamento ansioso reaccionan con más miedo. También las personas de más edad o las mujeres.

Realmente hay que enfrentar el problema de la inseguridad con suficiente reflexión en base a informaciones reales de probabilidades de riesgo y esforzarnos en ponerle límites a los temores ancestrales que nos pueden llegar a dominar. Estoy convencido de que si hacemos el esfuerzo y lo conseguimos seremos más felices. Lo contrario, nos obliga a una vida cada vez más defensiva que nos acabará afectando muchos placeres. No podemos sufrir un autochantaje emocional sin fin.

Toda sociedad desarrollada y democrática tiene que convivir con ciertas dosis de inseguridad o de contaminación medioambiental. las ventajas superan claramente los inconvenientes.

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