Estos días nuestra prensa se ha hecho eco de una noticia del semanario germano 'Stern' según la cual la cadena alemana de supermercados Lidl utiliza minicámaras camufladas para conocer cómo son y cómo actúan sus trabajadores vulnerando de esta manera tan desproporcionada su derecho a la intimidad. Lo mas increíble es la justificación que ha dado la portavoz de la compañía, Petra Tabert, que afirma que estas medidas "no tienen como fin espiar a los empleados, sino detectar posibles comportamientos erróneos".
La Europa del Estado del Bienestar camina firme hacia la Europa del Estado del Malestar. ¿No es para esto la Globalización capitalista?
¿Qué tal poner cámaras en los despachos de nuestros gobernates para detectar posibles comportamientos erróneos?
Acabaremos con una cámara en cada esquina y con las escenas más graciosas en YouTube. Los cines no podrán competir y cerrarán. Pena, penita ¿no?PD. Comentando esta noticia, me explican que utilizar las cámaras instaladas como medida de Seguridad en las empresas, como instrumento de control laboral es frecuente y ocurre hasta en nuestras empresas semipúblicas. Lo que confirma uno de mis argumentos preferidos contra la videovigilancia indiscriminada: acabará utilizandose para todo lo que produzca beneficio económico e incluso por diversión.
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