UNA DE POLICÍAS

Se me juntan varias noticias de muy distinta índole, sobre policías, y significativas sobre su formación y espíritu de Cuerpo.

Episodio nº 1
Dos agentes de la policía autonómica catalana han sido condenados por dar una bofetada y llamar hijo puta a un menor que se incomodó por que le pidieron que se identificase.
La condena es una multa de las baratitas: la bofetada sale 360€ y el insulto a 120. ¿Llegarán a pagar estas multas de su bolsillo?

Es interesante destacar el papel jugado por la Fiscalía en defensa a ultranza, no del ciudadano agredido, sino de su gente, llegando a recurrir inútilmente la condena inicial del Juzgado ante la Audiencia. ¿Los fiscales están para defender la legalidad o para aquello de ¡Viva el Betis aunque pierda!
También, si tendrán el apoyo o rechazo moral de sus jefes y compañeros o por el contrario defienden el modelo de policía prepotente asusta-niños (los delincuentes no se suelen asustar).

¿Cuál hubiera sido la condena en caso contrario?
¿Los policías están al servicio del ciudadano o para asustar y castigar al que les mire de soslayo?

Está claro que todos los policías no actúan así, afortunadamente y aquí va una muestra con las declaraciones de Cristina Manresa, Comisária de esa misma Policía en Barcelona:"Me han parado en la calle para besarme”; “Todos mis agentes han sabido ganarse no solo el respeto, sino también el cariño de la gente. Y soy de las que pienso que a la policía de tu barrio, de tu ciudad y de tu país, hay que respetarla, pero no está mal quererla”.

Episodio nº 2
Un informe de la policía británica constata que la política de represión policial contra las drogas ilegales ha sido un fracaso, así que más valdría dedicar esos recursos a prevención y educación. Se declaran a favor de la legalización de todas las drogas porque su prohibición es inmoral y dogmática. Siendo el número de muertos por alcohol y tabaco (15.000 personas en Escocia en 2004) muy superior al de víctimas de las drogas ilegales (unas 356).
El informe se trasladará también al Parlamento británico, pero lo más probable es que no se aplique ya que el primer ministro, Gordon Brown, ya ha aireado su voluntad de endurecer la legislación.

Pensándolo bien, la prohibición de las drogas no aguanta una reflexión serena de cinco minutos y está constituyendo una de las mayores aberraciones del Estado, impropia del siglo XXI. Nos infantilizan y además nos sale muy caro, en salud y en dinero.
Se podría comparar con una hipotética legislación que hubiera prohibido las relaciones sexuales para prevenir el SIDA, excepto dentro de la pareja.

Si quieres leer las noticias: http://www.elpais.com/articulo/cataluna/mossos/pagaran/multa/golpear/menor/elpepuespcat/20071016elpcat_11/Tes

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=451016&idseccio_PK=1006

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/debate/legalizacion/drogas/irrumpe/Reino/Unido/elpepusoc/20071016elpepisoc_3/Tes