Varios diarios publican la noticia de que la Audiencia Nacional absuelve, por un error del juez Garzón, a seis islamistas relacionados con el 11-S, argumentando que el juez instructor autorizó la intervención de un teléfono sin indicios que justificaran "tan drástica injerencia" en el secreto de las comunicaciones. La sentencia aclara que la intervención telefónica no supone un medio normal de investigación" sino que es "excepcional" ya que supone sacrificar uno de los derechos fundamentales de la persona.La sentencia también destaca que Garzón autorizó las intervenciones telefónicas "sin hacer comprobaciones para contrastar la veracidad de la información o empleo de medios alternativos de investigación".
No es la primera sentencia de este tipo ya que la tendencia de la policía a basar las investigaciones en la comodidad de las escuchas telefónicas parece que crece de forma imparable, contando con la complicidad y pasividad de determinados jueces (en la “Entrada” titulada EXCESO DE CELO POLICIAL ya comentaba esta problemática) y la ceguera justiciera de algunos Fiscales.
Aunque estas sentencias son valientes, no recuerdo casos en que consideren delictiva la acción de jueces, fiscales y policía, que queda en un mero reproche.
De todas formas aquí queda mi modesta felicitación a este Tribunal.
La Policía presiona, algún periódico le hace el juego
Leo en La Vanguardia la misma información que ocupa una página completa.
(http://www.lavanguardia.es/premium/epaper/20071003/53399077761.html)
Un titular dice: “Una sentencia pone en riesgo las pesquisas contra Al Qaeda”.
En titulares menores: “Malestar en la policía por la absolución de siete presuntos muyahidines”; “Los agentes dicen sentirse desarmados en espera de que el Supremo enmiende la polémica sentencia”.
Para el lector que se quede únicamente con los titulares, que son muchos, un tribunal errático ha absuelto a unos terroristas tirando a la basura el método estrella de investigación de la Policía que, en plan victimista, insinúa que a partir de ahora no conseguirá poner entre rejas a los terroristas como no se cambie la legislación en el sentido de darles carta blanca con las escuchas.
La Policía en lugar de reconocer su error, y buscar métodos alternativos de obtención de pruebas, nos trasmite su desanimo y se erige en grupo de presión para que la ley cambie a sus conveniencias. ¿Y si empezarán a exigir suficientes policías con conocimientos de los idiomas y culturas de los países musulmanes? Por ejemplo.
La Vanguardia en base a la opinión de dos juristas, el polémico Garzón que en este caso es juez y parte y otro juez menos popular llamado Vicente Magro, también se permite el titular: “Los juristas proponen el cambio de las leyes sobre escuchas”. Poner en boca del inmenso y variado colectivo de Juristas esa afirmación, basándose en la opinión de dos de ellos, creo que se puede considerar como exageración o quizás ... como manipulación.
Me temo que si no luchamos con energía nos acabarán cambiando la legislación para contentar a estos policías y así nuestra Intimidad será violada legalmente.
Policía científica y Policía tecnológica
Si por una parte la policía científica está cosechando grandes éxitos con su discreto y meritorio trabajo de recolección de muestras en el escenario del crimen para su concienzudo análisis en el laboratorio, el uso, más bien abuso de las tecnologías de la comunicación está provocando que nuestra Intimidad quede cada vez más pisoteada.
Todo esto nada tiene que ver con mi mayor desprecio para esos humanoides capaces de intentar imponer a los humanos, su ideologia a sangre y fuego. A todos ellos les deseo una temporada en la “sombra”, suficiente para que tengan tiempo de meditar en la intimidad y libertad perdidas y en la vida y obra de un tal Gandhi.
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