OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO

lunes, 22 de octubre de 2007

UN LIDER EXCEPCIONAL

No es fácil encontrar entre los muchos políticos o religiosos que ocupan las portadas de la Prensa, personas que destaquen como referentes nacionales y universales por la lucha democrática a favor de su pueblo y de la justicia y paz mundiales. Lucha utópica soportando la indiferencia que sufren los perdedores, por eso hombres como Nelson Mandela o el Dalai Lama, lamentablemente son la excepción y son excepcionales
El Dalai Lama se ha ganado el respeto y el afecto internacional por su tolerancia religiosa y por su sabiduría, predicando el amor, la compasión para alcanzar la felicidad en esta vida. Soportando el largo exilio con humor. Pero no ha podido con los intereses mercantiles de los países ricos que quieren ser más ricos

El negocio es el negocio
La lucha del pueblo tibetano, representado por el Dalai Lama, frente al coloso chino apenas consigue apoyos internacionales, no por que sus reivindicaciones no sean justas sino por que chocan con los intereses comerciales.
Tal es la falta de ética internacional que el desprecio de los dirigentes chinos por los derechos humanos ha sido premiado por la comunidad internacional con una Olimpiada para que luzcan imagen ante un mundo anestesiado por los ídolos deportivos. La justificación, o el autoengaño, es que de esta forma ayudábamos a los dirigentes chinos a la esperada apertura.
El negocio que representa la creciente capacidad de consumo del pueblo chino hace que la mayoría de jefes de gobierno antepongan los intereses comerciales a las justas reivindicaciones del pueblo tibetano: que no aspira a la independencia sino a una autonomía respetuosa con su cultura. Llegando al punto que el Dalai Lama no es bienvenido en muchos países, incluido España, para evitar que el Gobierno chino se moleste y le chafe algún negociete a las empresas. Así, la reciente visita que realizó el Dalai Lama a Barcelona fue “ignorada” por nuestro Gobierno a diferencia de la valentía de dirigentes como Angela Merkel o especialmente nuestro criticado G. Bush que le han recibido con todos los honores haciendo caso omiso de las protestas chinas.

Nos ciega el milagro chino haciendo que no veamos la sangrienta represión que lleva a cabo. Y babeamos hablando de una posible apertura para dentro de unos años.

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