Gracias a un artículo de Raúl Minchella en el suplemento cultural de La Vanguardia del pasado 17, descubro que existe una afición denominada “Planespotting” llevada a cabo por gente - aerotranstornados- que pasa horas en los aeropuertos fotografiando los aviones que despegan o aterrizan.
De no ser por lo que explica en el artículo, se trataría de una afición más de las miles que hay que no me llamaría demasiado la atención. Pero resulta que como consecuencia de esta vigilancia se han descubierto algunos de los supersecretos vuelos de la CIA transportando secuestrados acusados de terrorismo hacia Guantánamo, para cabreo de los gobiernos implicados que miran hacia otro sitio.
Los satélites militares, aunque con mayor dificultad técnica, también son sometidos a una estrecha vigilancia por astrónomos aficionados.
La contravigilancia organizada de la gente puede ser de gran eficacia ante la impotencia del sistema.
OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO
jueves, 18 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Justo por fuera del perímetro de seguridad del aeropuerto de Dublín hay un sitio fantástico para dar volantazo, salirse de la autopista, aparcar el coche y mirar aviones. ¡El sitio siempre está lleno! Lo que hacen según qué personas por salir de casa... ;)
Creo que es un buen ejemplo de vigilar al vigilante.
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