Un informe de la Asociación de Internautas de España revela un dato inquietante: el 60% de las cámaras de vigilancia conectadas a Internet están abiertas y carecen de una adecuada seguridad. ¿Qué quiere decir eso? Pues que desde un ordenador particular resulta relativamente fácil observar lo que ellas ven, y mirar lo que ellas miran. Es decir, que si, por ejemplo, dejamos a un mayor en casa para vigilarlo desde una cámara conectada a Internet es posible que otros ojos, a través de esa misma cámara, también le estén mirando. Y que la aparente normalidad que vemos en el interior de nuestro negocio sea una burda grabación interpuesta desde otro ordenador mientras los cacos lo desvalijan.
"Descuidar la seguridad es dejar una puerta abierta para que otros vigilen lo que vigilamos. Y para que nos espíen, o nos chantajeen", destaca el presidente de la Asociación de Internautas. Hoy convertida, explica Domingo, "en un foro de defensa de las libertades individuales frente a los ataques a la intimidad que propician las nuevas tecnologías".
El informe de la Asociación de Internautas denuncia que en los últimos años se ha producido una cesión de libertades individuales a cambio de una mayor protección frente a "ideadas guerras contra el terrorismo", según explica el fiscal Martínez. "En realidad, estamos construyendo una ficticia sensación de seguridad", y añade que "se miran únicamente las ventajas, pero no se tiene conciencia de sus riesgos. Es como poner una puerta acorazada y luego dejarla abierta".
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