La Tortura del prisionero o del indefenso es tan antigua como la Humanidad pero uno de los grandes logros de la civilización moderna ha sido su prohibición por repugnar a cualquier biennacido . . . hasta que el Emperador desató el 11.9.01 la Guerra contra el Mal y volvió a autorizar y a consentir su práctica mientras los súbditos europeos miraban para otro lado (¡siempre el del miedo a enfrentarse con el Jefe!)
Pero cuando se tortura no solo son culpables los que la ejecutan con la víctima y los que la ordenan o consiente, también hay detrás otros tétricos personajes que asesoran y enseñan al torturador como mejorar sus artes para conseguir la excelencia sin que se te muera antes de hora y se acabe la diversión. Me estoy refiriendo a serios profesionales de ramas como la psicología, psiquiatría o medicina que aunque nunca aparecen relacionados con la tortura, han colaborado a que sea una rama científica en la sombra (de momento).
He conseguido encontrar algunas pistas y reunirlas.
1. En tiempos predemocráticos este fenómeno se ha producido casi públicamente. Dos ejemplos: el Gulag en la URSS o en la España franquista(el psiquiatra Enrique Gonzalez Duro ha escrito el libro Los psiquiatras de Franco. Los rojos no estaban locos)
2. Una investigación del Senado estadounidense confirmó que el Pentágono solicitó la ayuda de psicólogos militares en el año 2002 para desarrollar métodos de interrogatorio agresivos que son considerados formas de tortura por muchos grupos legales y de derechos humanos. (Boletín Democracy Now!)
Pero cuando se tortura no solo son culpables los que la ejecutan con la víctima y los que la ordenan o consiente, también hay detrás otros tétricos personajes que asesoran y enseñan al torturador como mejorar sus artes para conseguir la excelencia sin que se te muera antes de hora y se acabe la diversión. Me estoy refiriendo a serios profesionales de ramas como la psicología, psiquiatría o medicina que aunque nunca aparecen relacionados con la tortura, han colaborado a que sea una rama científica en la sombra (de momento).
He conseguido encontrar algunas pistas y reunirlas.
1. En tiempos predemocráticos este fenómeno se ha producido casi públicamente. Dos ejemplos: el Gulag en la URSS o en la España franquista(el psiquiatra Enrique Gonzalez Duro ha escrito el libro Los psiquiatras de Franco. Los rojos no estaban locos)
2. Una investigación del Senado estadounidense confirmó que el Pentágono solicitó la ayuda de psicólogos militares en el año 2002 para desarrollar métodos de interrogatorio agresivos que son considerados formas de tortura por muchos grupos legales y de derechos humanos. (Boletín Democracy Now!)
3. La Asociación Médica Estadounidense, la Asociación Psiquiátrica Estadounidense y la Asociación Estadounidense de Psicología han condenado la tortura y tomado medidas para asegurar que sus miembros no participen en ella.
Esta Asociación de psicólogos ha acusado al Pentágono de violar una promesa de no utilizar a psiquiatras en los interrogatorios de prisioneros extranjeros.
Boletín Democracy Now!
http://revcom.us/a/143online/APA-es.html; http://www.rebelion.org/noticia.php?id=66220
Boletín Democracy Now!,
California se ha convertido en el primer Estado en condenar de forma oficial la participación de los profesionales de la salud — incluyendo a los psicólogos — en interrogatorios coactivos a prisioneros en el ámbito de la llamada guerra contra el terrorismo.(Boletín Democracy Now!)
4. Denuncian la complicidad de médicos y torturadores en cerca de cien países
Actualización (8.4.09): leemos en el Boletín Democracy Now! que En un informe secreto que fue recientemente divulgado, el Comité Internacional de la Cruz Roja llegó a la conclusión de que el personal médico estadounidense estuvo seriamente involucrado en la tortura de prisioneros llevada a cabo por la CIA en cárceles del extranjero. El informe sostiene que las acciones del personal médico “constituyeron una grave violación de la ética médica y, en algunos casos, significaron participación en la tortura". Este informe secreto de la Cruz Roja, que data de 2007, fue publicado ayer en su totalidad por The New York Review of Books. La Cruz Roja también reclamó a Estados Unidos que “investigue todas las acusaciones de malos tratos y tome medidas para castigar a los autores, cuando corresponda, para impedir que abusos de ese tipo vuelvan a ocurrir".
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