OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO

miércoles, 21 de marzo de 2007

¿ES POSIBLE VIVIR SIN INTIMIDAD?

Posible si, claro. También es posible vivir sin sexo, sin libros, sin cine, sin música, sin amigos. Pero . . . la vida sin intimidad es menos Vida. Hay muchas formas de estar vivo y de morir un poco cada día.

Veamos algunos ejemplos de personas que viven con poca o nada de intimidad:

Los internos en la cárcel por motivos de seguridad:
· Carecen de un especio privado ya que la celda aunque fuese individual sufre frecuentes revisiones por los vigilantes.
· Tienen las comunicaciones intervenidas. Ya se trate de cartas, paquetes, llamadas de teléfono o visitas.
· Son sometidos a cacheos corporales que implican el desnudo total.
· En los espacios comunes son permanentemente controlados por vigilantes y cámaras de video.

Los pacientes en un hospital público están obligados a compartir habitación, por motivos de ahorro económico (no así nuestros queridos políticos que siempre tienen “derecho” a habitación individual), de tal manera que su intimidad es violada constantemente al tener que compartir todos los detalles médicos de su enfermedad, su desnudez cuando los lavan o curan, las conversaciones con los familiares, etc. E incluso en algunos casos hasta uno de los momentos más trascendentales de su vida: el de su muestre. Hasta la legislación penitenciaria ha previsto que los presos tengan derecho a celda individual aunque por razones de masificación no sea posible.

Los mayores que tienen que vivir en una Residencia en la que el personal siempre puede entrar en la habitación en cualquier momento.

Los “famosos” de la prensa rosa han decidido voluntariamente eliminar su vida privada vendiendo las exclusivas de sus actos más relevantes y viviendo bajo el acoso de los periodistas del ramo.

Estos ejemplos demuestran que es posible vivir sin Intimidad ya sea por obligación o por el contrario, por voluntad propia. Pero ¿realmente sus vidas son envidiables? Espero que la respuesta mayoritaria sea negativa.

Con la intimidad ocurre como con la ropa que cada persona necesita una talla diferente. A unos les va bien la Intimidad tamaño S mientras que otros necesitan una talla bastante mayor para sentirse cómodos. Lo importante, como siempre, es que elijamos la talla utilizando nuestro libre albedrío y suficientemente informados, sin caer en ofertas engañosas. Uno de los objetivos del Blog es proporcionar información para facilitar nuestras elecciones.

Creo que Vivir con suficiente Intimidad todavía es posible aunque tenemos que luchar duro para ello.

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