
En un
El peligro está en los procesos de regresión social y de sometimiento ideológico impulsados por la Revolución Conservadora iniciada por Ronald Reagan y Margaret Thatcher que está consiguiendo la derechización del mundo. Una de sus proclamas es considerar al beneficio y al dinero como medidas de todas las cosas y potenciar el Marketing con el propósito de multiplicar nuestras falsas necesidades de consumo.
Tenemos que implantar una Cultura de la Resistencia sin caer en ese desanimo que produce pensar en la imposibilidad de derrotar a los poderosos.
No podemos admitir la derrota antes de intentar luchar. La llamada Violencia Simbólica, mucho menos visible que la violencia física, consigue que la víctima acabe admitiendo el discurso del opresor. De esta forma se elimina incluso que se plantee la posibilidad de reaccionar frente al poderoso. La víctima acaba siendo cómplice. Acaba considerando que otro mundo no es ni posible ni tan siquiera pensable.
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