Parece ser que la ficha policial de la cantante Isabel Pantoja tras su detención, relacionada con la corrupción en Marbella fue publicada por varios medios de comunicación.
Nos cuenta El País que cientos policías y funcionarios de la Administración de justicia están siendo investigados por un juez por acceder desde su puesto de trabajo a la ficha policial. El objeto de la investigación es averiguar quién habría accedido a la ficha policial con la intención de hacerla llegar a los medios de comunicación, lo que podría constituir un delito de revelación de secretos.
Los funcionarios interrogados han alegado que sintieron curiosidad por la ficha de un personaje tan popular.
Una cosa puede ser la curiosidad malsana y otra beneficiarse con la venta de los datos. En cualquier caso, las conductas deben ser sancionadas para corregir de raíz una costumbre injustificable.Nos cuenta El País que cientos policías y funcionarios de la Administración de justicia están siendo investigados por un juez por acceder desde su puesto de trabajo a la ficha policial. El objeto de la investigación es averiguar quién habría accedido a la ficha policial con la intención de hacerla llegar a los medios de comunicación, lo que podría constituir un delito de revelación de secretos.
Los funcionarios interrogados han alegado que sintieron curiosidad por la ficha de un personaje tan popular.
Ser funcionario exige una conducta muy exquisita en cuanto al tratamiento que se haga con los datos que reconocen.
Las fichas policiales pueden ser consultadas por los agentes a través de la base de datos policial mediante una clave de acceso personal. Para un adecuado control de las consultas, la Base de datos conserva todos los accesos que deben estar justificados por motivos de trabajo. Los funcionarios deben rellenar una minuta y explicar qué investigación, diligencia o escrito motivó esa consulta. La política de la Agencia Tributaria es similar, para evitar la curiosidad malsana.
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