OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO

sábado, 19 de junio de 2010

EL PRINCIPIO DE MILL

Josep Maria Ruiz Simon en La Vanguardía del pasado 15 nos previene sobre tanto liberticida paternalista en referencia a la vestimenta de moda en Europa (Burkas y demás ropajes que visualizan la opresión femenina) recordándonos el llamado Principio de Mill:
Karl Popper, cuyo nombre muchos liberales de boquilla toman en vano, lo llamaba el principio de Mill.Y puede resumirse así: los poderes públicos no pueden obligar legítimamente a nadie a hacer algo o a abstenerse de hacerlo porque consideren que eso es lo mejor para él; el único objetivo que justifica la intervención en la libertad de acción de cualquier miembro adulto de una comunidad civilizada es evitar que perjudique a los demás.
Este principio, que John Stuart Mill propuso en 1858 en su obra Sobre la libertad, entronca con las consideraciones puestas en circplación por Kant en un opúsculo de
título impagable: En tomo al tópico: Tal vez eso sea correcto en téoria, pero no sirve para la práctica (1793). Sostiene ahí Kant que, mientras no perjudique a terceros, le es lícito a cada uno buscar la felicidad por el camjno que le parezca y que un Estado que, pretendiendo ser benévolo, se salta esta norma cae en el despotismo. El filósofo de Konigsberg describía como paternalista este tipo de gobierno en el que los súbditos deben acatar, como niños incapaces de distinguir entre lo que les beneficia y lo que les perjudica, el juicio de los gobernantes sobre lo que es su bien y lo que es su mal.
Cada vez nuestros Estados son más paternalistas “por nuestro bien y felicidad” pero desde luego, no por nuestra Libertad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Luego de estar años reventando el mercado de trabajo dejando entrar millones de inmigrantes ilegales, ahora el estado piensa resolver la inmensa tensión creada prohibiendo el burka. El conflicto está servido: inmigración ilegal y desempleo, solo es cuestion de tiempo.

artesano dijo...

Anónimo gracias por tu comentario.
La inmigración masiva es un fenómeno con muchas aristas pero en teoria la mejor solución sería evitarla, creando las condiciones mínimas vitales en los países cuya población se ve abocada a emigrar aunque se juegue en algunos casos la vida.
En los países receptores nos falta aclarar bastante las ideas.