La Democracia exige a los ciudadanos dedicación para opinar y controlar al gobernante pero como dice Joaquin Fuster en La Vanguardia del 17 de abril: Los humanos somos una colección de egoistas codiciosos que no tenemos en cuenta las necesidades de los demás.
Me permito añadir que el gran fracaso de las religiones es no haber conseguido que minimicemos nuestro egoismo y codicia a base de amor y altruismo.
La Política intenta conciliar el egoísmo del ciudadano (¿Qué hay de lo mío?) para alcanzar el interés de la mayoría. O asegurar/facilitar el enriquecimiento de una minoría a costa del empobrecimiento de la mayoría. La minoría pobre envidia a la mayoría rica y sueña con alcanzarla imitándola.
Los profesionales de la política hacen política. Los poderosos hacen política. ¿Por qué los ciudadanos no hacemos política? ¿Cómo politizar a la ciudadanía?
Los Republicanos promueven el activismo ciudadano que Pascual Serrano resume muy bien en Le Monde Diplomatique de abril de este año: Para poder desenvolverse en una verdadera democracia, el ciudadano debería tener tiempo, fuerzas y disposición para conocer las diferentes propuestas, seguir de cerca la actividad de sus representantes, participar en la vida de su comunidad, esforzarse en conocer la información de los acontecimientos, tomar parte en las decisiones de su empresa, formarse cultural e intelectualmente y debatir sobre la realidad.
Posibles causas de la pasividad:
· Se ha impuesto un Discurso económico único carente de ideología
· No somos conscientes de que debemos participar (obligación ciudadana).
· Equivocamos el tiro. Nuestra ira se canaliza echando toda la culpa a los políticos, sin hacer la necesaria autocrítica.
· Frustración (no sirve para nada). No hay posibilidad de cesar a los gobernantes. Las ILP muchas veces van a la papelera.
· No interesa a los políticos y poderosos que ponen todo tipo de trabas
· Vivimos distraídos de la Política por la industria del Entretenimiento (TV, prensa rosa, deporte espectáculo), las compras, los viajes, . . .
· Estamos desinformados (engañados) de la realidad que nos incumbe más directamente.
· La Comodidad (para eso pagamos a los políticos profesionales)
· No sabemos cómo participar.
Posibilidades participativas:
· Participar activamente en asociaciones
· Participar en la Prensa (cartas al Director, comentarios digitales)
· Escribir a los políticos para quejas o felicitaciones
· Internet es una herramienta poderosa: correos a políticos, foros, blogs, fuentes de información alternativas, recogida de firmas, intercambio de información, . . .
NOTA: Para participar es requisito necesario la formación y la información. Opinar o criticar sin fundamento es desastroso. Es conveniente especializarse en algún tema.
Un sueño personal: la formación de pequeños grupos de ciudadanos (entre 10 y 15) para el seguimiento de cada cargo político: concejal, alcalde, Consejero autonómico, Presidente autonómico, parlamentario autonómico, ministro, presidente del gobierno, diputado, senador, etc. que establecieran un férreo marcaje en plan baloncesto: viajes, reuniones, conflictos de intereses, gasto, ingresos, propuestas e iniciativas, etc. intentando mantener reuniones periódicas colaborativas y dando publicidad en Internet a toda la actividad política de su personaje.
Por último, vale la pena reseñar el interesante artículo del economista Juan López Torres sobre el rechazo a la Política que nos producen los escandalos de corrupción, despilfarro y oligopolio.
OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO
jueves, 17 de junio de 2010
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