Leemos en Qué.es que un honrado ciudadano español, de visita turística en Granada la Semana Santa pasada, fue detenido en el hotel por la Policía el Jueves Santo al ser confundido con un delincuente que estaba en "busca y captura", con el que sólo coincidía en el primer apellido. Aunque él insistió en su inocencia, los agentes lo condujeron a la cárcel en la que permaneció hasta que su abogado pudo demostrar el error el lunes de Pascua.
Este turista revivió el Calvario religioso de forma inolvidable.
Parece ser que su nombre constaba en los archivos policiales a raíz de un accidente de tráfico. El ministro Rubalcaba ha asegurado que tomará las medidas necesarias para evitar errores similares. ¿Será verdad?
Este hecho me hace recordar que la detención el hotel probablemente se produjo como consecuencia de esa obligación franquista que tienen los hoteles de comunicar a la Policía la identidad de sus huéspedes que les impide alojarse de forma anónima (otra historia es la nueva moda hotelera de exigir una Tarjeta de Crédito, o sea un cheque en blanco, para asegurar el cobro de posibles gastos que también te obliga a identificarte).
También la peligrosidad de las Bases de Datos cuando se les otorga fe bíblica.
OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO
domingo, 4 de octubre de 2009
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