OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO

jueves, 26 de abril de 2007

LA SOCIEDAD SE DEFIENDE


Los 4 pilares de la Sociedad
Empecemos por el principio. Una de las misiones básicas del Estado moderno es proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y de garantizar la Seguridad ciudadana para lo cual se crea la Policía otorgándole la misión exclusiva de la protección de nuestros derechos y bienes, evitando o persiguiendo el delito y pudiendo ejercer la violencia necesaria para ello. De esta forma quedamos liberados de tener que autodefendernos como en las películas del Lejano Oeste en que prevalece la ley del más fuerte.

Frente a la tentación del ciudadano a delinquir, el Estado antepone como efecto disuasorio una estructura sancionadora basada en cuatro pilares:
- el Código Penal que informa y cuantifica las penas previstas para cada delito concreto. Ejemplo: si violas a una mujer la pena será de 6-12 años de cárcel.
- la Policía (creada en España en 1824 por Fernando VII) para llevar a los sospechosos ante el Juez. Ejemplo: si violas a una mujer la policía investigará y probablemente acabará deteniéndote.
- los Tribunales de Justicia para determinar si efectivamente eres culpable como afirma la policía y en ese caso castigarte con la pena prevista en la legislación. Ejemplo: a nuestro violador le impondrán la pena prevista en el Código Penal. No podrán ponerle una pena ni mayor ni menor. Por ejemplo, le impondrán 10 años de cárcel, nunca 5 ó 20.
- las Cárceles para el cumplimiento de las penas (y teóricamente para redimir al delincuente). En nuestro ejemplo, el violador se verá privado de libertad durante 10 años interno en una cárcel.

Ya veremos que las matemáticas judiciales no tienen nada que ver con las que aprendemos en el cole y que una condena de 20 años puede significar una estancia efectiva en la cárcel bastante menor. Increíble pero cierto y legal.

A los cuatro clásicos pilares, se ha añadido modernamente un quinto pilar que es fundamental, la Política Social del Estado que intenta atajar la delincuencia actuando en sus causas: familias desestructuradas, bolsas de pobreza, colectivos de riesgo, etc.
“Uno de los efectos de las situaciones de marginación y pobreza que persisten en la sociedad puede ser la generación de situaciones de inseguridad. La actuación policial y penal en estos casos, pese a ser necesaria, no puede ser la única respuesta. La atención a estas situaciones de necesidad conduciría probablemente a una disminución de la pequeña delincuencia, que tiene la base, aunque no la justificación, en la carencia de recursos para sobrevivir. Pero la solución a los problemas de inseguridad reclama aumentar las medidas de prevención con más presencia policial en la calle y dar una respuesta eficaz al delito, tanto de los cuerpos de seguridad en el momento de perseguirlo, como de los órganos jurisdiccionales al juzgarlo” (Informe del Síndic de Greugues de Cataluña de 2003)

Personalmente añadiría un sexto pilar: una Política Internacional solidaria actuando decididamente frente a las injusticias internacionales y la pobreza endémica que condena, sin juicio previo, a millones de personas por haber nacido en el lugar equivocado. Le podía haber ocurrido a cualquiera de nosotros.
¿Qué expectativas tan nefastas debe tener el inmigrante en su país de origen para que se juegue la vida en el intento de llegar al primer mundo?
Estas condiciones extremas pueden ser causa del terrorismo internacional y de que algunos (los menos) de nuestros inmigrantes tengan que delinquir o ser explotados por mafias (antes las llamábamos de Trata de Blancas. Ahora afectan a niñas o mujeres de todos los colores)

Teóricamente, este sistema de Pilares parece perfecto, está muy bien parido. Pero en la práctica tiene un grave defecto: su elevado coste para el Estado, no para nosotros que es gratuito. Pero no nos engañemos, al igual que otros importantes servicios gratuitos del Estado como la Sanidad y la Educación, mantener esta estructura que garantice nuestra Seguridad con suficiente eficacia es caro, muy caro.

Ningún estado, democrático o dictatorial (recordemos la España de Franco o la Cuba de Castro) ha eliminado totalmente la delincuencia, que lamentablemente nos ha acompañado a lo largo de la Historia, nos está acompañando en el Presente y seguramente también lo hará en el Futuro.

Hay Estados democráticos, pocos, con menor inseguridad. Cuando la acción sancionadora del Estado es eficaz, la delincuencia se mantiene en un nivel soportable.
¿Pero es eficaz nuestro Estado para garantizarnos suficiente Seguridad? Según las estadísticas de delincuencia crecientes desde hace años: la respuesta claramente es no. Todo falla. Ni la Legislación parece adecuada, ni la Policía ni las Administraciones de Justicia y Penitenciaria alcanzan suficiente eficacia.

Vayamos por partes en próximas Entradas.

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