Pablo G. Bejerano hace en el Diario.es,
un estupendo repaso a la creciente vigilancia de nuestras queridos gobernantes
sobre sus en teoría "jefes", o sea, los ciudadanos que los han aupado
al sillón. La justificación seguro que os suena: por su bien, por su seguridad.
¡De risa sino fuera para llorar!
OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO
miércoles, 26 de junio de 2013
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