PROPUESTA INGÉNUA

Si estás haciendo algo que no quieres que nadie más sepa, es que estás haciendo algo malo (Eric Schmidt, Director Gral. de Google)

Abusando de este falaz argumento, la videovigilancia y el control de las comunicaciones se extienden como una plaga bíblica, con el consentimiento de los "buenos" ciudadanos de a pie, pero sin rozar siquiera a nuestros gobernantes, que pueden saber lo que hacemos y dónde pero no al revés. Apenas hay quejas, lo hacen “por nuestro bien”.
A la vista, no solo de la corrupción reinante sino del servilismo a intereses inconfesables, convendría también “por nuestro bien” luz y taquígrafos o su equivalente tecnológico actual para un necesario control democrático de las actividades de nuestros dirigentes, ya sean alcaldes, ministros o diputados, mediante el registro de todas sus actuaciones profesionales: conversaciones telefónicas o presenciales, escritos, agenda, etc. sin excepción, para su control posterior por el gran público o si el tema es muy delicado, por los secretillos, por un público más selecto.
¿Acabarían tratando los temas delicados en el baño de vapor para escapar de este control democrático, como hemos visto que hacen en alguna peli los mafiosos?
¿Se resquebrajarían los grandes secretos de Estado, de Comunidad Autónoma o de Municipio?
¿Imagináis que se publicara en Youtube el video la reunión del trío de las Azores? ¿O las reuniones semiclandestinas entre los americanos y los chinos en la pasada Cumbre de Copenhague sobre cambio climático? ¿O la conversación entre J. L. R. Zapatero y los principales banqueros ante la crisis de la Banca? ¿O el mercadillo de intercambio de favores y votos del Congreso? . . . La lista podría ser tan interminable y placentera como la gimnasia que practican en las pelis porno.
Para los menos soñadores, un ejemplo real: la videovigilancia en Comisarías que está resultando un éxitazo.
El Poder necesita contrapoderes y este podría ser mucho más efectivo que los contrapoderes actuales.

Desconfiar del Poder es costumbre muy sana. Como dice la sabiduría popular “fíate de la Virgen y no corras”