Regular los usos de la tecnología mediante leyes suficientes y eficaces es imprescindible pero como esta no es nuestra realidad, y aunque lo fuera siempre existirá el riesgo de que el Estado haga mal uso de sus privilegios, se debe desarrollar una contratecnología eficaz que complemente nuestra protección. Me viene a la mente la frase de “fíate de la Virgen y no corras”. Un buen ejemplo de contra tecnología es las protecciones para el pasaporte con RFID que proporciona La Vigi.
Leyes y contratecnología, se complementan.
¿Cuando tendremos medios asequibles a la mayoría para navegar por Internet de forma anónima?
¿Cuándo se podrá pagar con tarjeta sin que te identifiques?
OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO
jueves, 21 de mayo de 2009
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