Ramón Solsona en La Vanguardia de 5.9.10 nos explica el interesante origen del término boicot, ligado a la Desobediencia Civil, que tantos éxitos dieron a Gandhi y a M. Luther King.
En Irlanda. En 1880; el recuerdo de la terrible hambruna que rebajó drásticamente la población y las tensas relaciones con Londres auspiciaron la formación de la lrish Land League para promover la reforma agraria. Su primer triunfo fue sonado. Plantó cara a Charles Boycott, administrador de un terrateniente inglés. Le pidieron que aliviara la presión sobre los aparceros, pero Boycott se negó y la League le declaró la guerra pacífica.
Bajo la consigna de tratarlo como a un leproso, nadie quiso servir en su casa, en ninguna tienda le vendían nada, el cartero no le llevaba el correo, ningún jornalero aceptó trabajar para él mientras las cosechas se pudrían.
Para recoger la cosecha Boycott trajo cincuenta trabajadores del norte de Irlanda y mil policías y soldados de escolta; Boycott, cada vez más aislado, se percató de que sus esfuerzos habían sido en vano, pues el coste de la cosecha fue de 10.000 libras, muy por encima de su valor. Finalmente, al cabo de unos meses, abandonó Irlanda.
Boicoteadores podemos ser todos
Si se alcanza suficiente masa crítica de boicotaedores económicos, no hay empresa, por grande y poderosa, o Estado dotado del mayor ejército que no doble la rodilla.
Causas ahilas pero qué falta. Probablemente un líder que arrastre con eficacia y sabiduria.
OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO
domingo, 12 de septiembre de 2010
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