OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA INTIMIDAD Y AL LIBRE ALBEDRÍO

martes, 17 de noviembre de 2009

EL PP EN DEFENSA DE LA PRIVACIDAD

En este Blog defendemos la Privacidad, y cualquier aliado es bueno, sea quien sea y lo haga por los motivos que lo haga. En este caso el oportunista y sorprendente defensor es el Partido Popular, caracterizado tradicionalmente por defender una Sociedad Vigilada aunque también hay que decir que el PSOE no se aleja en exceso.

La realidad es que el PP ha aireado la existencia semisecreta del sistema SITEL de intervención de comunicaciones que ahora ya es una herramienta popular y ha cargado contra ella pero, curiosamente, no contra la legislación que autoriza la retención de datos para que sean interceptados con más provecho. Hubiera sido lo congruente.
Parece que escuece lo averiguado al escuchar a sus dirigentes.
Hace años defendiendo ultranza a Naseiro consiguieron que nuestro Tribunal Supremo hiciera una sentencia histórica sobre las escuchas telefónicas para beneficio de todos. Como dice el refrán: todo va bien para el Convento.

Pero estamos en lo de siempre. La legislación la hacemos pensando que a nosotros, gentes de bien o por encima del bien y del mal, no nos tocará sufrirla. Y claro, cuando te toca sufrirla, ya no opinas lo mismo. También, cuando vemos a un estafador de medio pelo esposado ante las cámaras no pasa nada pero cuando es unos de los nuestros, ¡hay que exigir inmediatamente que nunca más vuelva a ocurrir! Algunos siempre lo hemos pensado, sin necesidad de sufrirlo en carne propia para cambiar de opinión.

Fernando Onega en La Vanguardia del pasado 7 titula El monstruo del Estado policial y escribe:
La oposición encontró esta semana nada menos que tres oportunidades para darle el golpe de gracia a Zapatero. . .
La tercera oportunidad es tan prometedora, que necesito presentarla al estilo de los espectáculos. Señoras y señores, ante ustedes la batalla del siglo; el descubrimiento que, en la intención del PP, acabará con Rubalcaba y Zapatero; la prueba de que vivimos en un Estado policial. Me refiero a Sitel: Sistema Integrado de Interceptación de Telecomunicaciones. Detrás de ese nombre se esconde la tecnología policial más avanzada, pero también la sombra de un uso que, según quien hable de él, se puede presentar como instrumento de máxima eficacia contra el delito o como medio de espionaje político. La verdad es que Sitel produce miedo. Es un monstruo capaz de captar 1.500 conversaciones simultáneas. Lee los SMS. Entra en correos electrónicos. Puede escuchar y seguir a todos los ciudadanos del país. Es un arma de un poder nunca visto en manos del Estado. Es, al fin, la práctica de la ensoñación orwelliana del ojo que todo lo ve. La única garantía es la eterna de las escuchas: nada se puede hacer sin autorización judicial. La denuncia del PP consiste ahora mismo en lanzar la sospecha. El paso siguiente es reunir pruebas para cargarse al Gobierno. Pero no todo es tan decente.

¿Por qué el PP descubre ese monstruo precisamente ahora, cuando ha sido Rajoy quien lo compró? ¿Por qué tardó más de seis años en sacarlo a la luz? Por una razón práctica y otra grosera. La práctica es que puede ser la prueba que dé la razón a Dolores de Cospedal en su veraniega denuncia de la persecución policial.
La razón grosera es Gürtel: si se demuestra que hubo escuchas ilegales, serán ilegales las pruebas, se anularán partes sustanciales del proceso, y el PP clavará el estoque: Zapatero y Rubalcaba han utilizado a la policía para espiar a la oposición.

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